"La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual. Miguel de Unamuno
Hola mis caballeros guapos, hoy quiero compartir una reflexión sobre las consecuencias de la envidia la envidia no es un sentimiento solitario, por decirlo de alguna forma, sino que va acompañada de otros sentimientos negativos como el egoísmo, los celos y la soberbia es un sentimiento que ha estado y está muy presente en la psicología del ser humano. Es definida como todo sentimiento de frustración ante cualquier bien material o inmaterial que posea otra persona, la proximidad puede ser también un factor altamente potenciador de la envidia. Se ha dicho, no sin falta de razón, que la envidia del amigo puede ser peor que el odio del enemigo. Al primer ministro británico Winston Churchill se le atribuye una frase lapidaria muy relevante, que viene al caso: “En la vida hay amigos, conocidos, adversarios, enemigos y compañeros de partido”. Es una sentencia que arroja luz particularmente sobre la envidia proximal, la que nos producen los éxitos de los propios compañeros y que puede a veces hacer conspicuamente más deseable el éxito de los adversarios que el propio si lo protagonizan compañeros o colegas a los que envidiamos. Aunque no siempre ocurre, ese tipo de envidia entre próximos, cuando tiene lugar, sea en la política, en el trabajo o en cualquier ambiente social de connotación competitiva se hace necesario tener en cuenta que las felicitaciones o el comportamiento hipócrita de los amigos o compañeros puede no ser más que una tapadera de su envidioso sentimiento.
Cuando ese tipo de envidia tiene lugar en la familia, particularmente entre hermanos, puede resultar altamente dolorosa y corrosiva, mucho más siempre para el envidioso que para el envidiado. Cuando, por ejemplo, los padres no justifican bien el reparto desigual de su herencia entre sus hijos, lo peor que pueden estar haciendo es generar grandes dosis de envidia y de rencor entre ellos, la peor de las herencias, en definitiva.
La persona envidiosa sufre ante los logros de los demás, es incapaz de empatizar y compartir la vida con su entorno; en ocasiones se vale del disimulo para dar una imagen de felicidad, pero por dentro está mal.
Se trata de individuos insatisfechos sin que, por el momento, hayan definido sus objetivos en la vida. Por ello, analizan a las personas en función de sus logros sintiendo un profundo daño interior al compararse con ellos. Se generaliza un sentimiento de rencor extremo definido en una actitud crítica y manipuladora.
Una de las características más peculiares de la envidia es su poca utilidad para la persona envidiosa, es decir, si bien otros sentimientos son usados para paliar carencias emocionales, en el caso de la envidia lo único que aporta es frustración, rabia e ira. No aporta nada constructivo y nos aleja de nuestras propias metas.
La envidia produce en las personas que la posean una serie de consecuencias complejas para disfrutar de una buena salud emocional:
Baja autoestima. La envidia parte de este terrible sentimiento de sentirse por debajo de los demás y de no aceptarnos, produciendo una insatisfacción continúa por todo lo que nos rodea.
Estancamiento. Llevar la mirada hacia los demás desprotege nuestra propia vida, se gasta energía en desear lo que no tenemos, en vez de utilizar nuestras fuerzas para generar lo que queramos.
Soledad y tristeza. Una persona envidiosa está triste y sola, no comparte sus experiencias porque no está orgulloso de ellas; buena parte de su dialéctica está basada en otras personas, se encuentran solas porque llevan dentro su verdadero ser y no saben mostrar su interior.
Rencor. Sentimientos tan dañinos como el odio y el rencor son muy comunes en los envidiosos/as, no desean nada bueno de los demás y en ocasiones pueden ayudar a que no se cumplan los deseos de las personas envidiadas.
Una profunda reflexión sobre nuestra vida, analizando las metas que queramos alcanzar, es un buen principio para combatir la envidia. Apoyarse en los seres más queridos expresando nuestras inquietudes y miedos irá debilitando este destructivo sentimiento poco a poco de nuestros pensamientos diarios.
# 5 La envidia no te deja progresar
La persona que es presa de la envidia, al vivir pendiente de los logros de los demás, muy seguramente descuidará su propia vida, por lo que se estancará en un trabajo que no le gusta, obtendrá malas calificaciones en sus estudios o no será feliz con su pareja.
Al mantenerse con esta actitud, los envidiosos desarrollan inseguridad en sí mismos, que disimulan con una actitud de permanente negatividad o conformismo y en vez de ver los problemas como retos, se excusarán eludiendo su responsabilidad, acusando a los demás de su situación.
4 vives constantemente frustrada
Una persona envidiosa siempre está deseando los objetos o las experiencias de los demás, pues considera que todo eso lo tienen sin merecerlo, por un golpe de suerte, con algún tipo de trampa o favorecimiento de alguien.
Están permanentemente deseando lo de los demás, y si en algún momento lo llegan a obtener, esto ya no les parece satisfactorio o suficiente, sino que desean algo más, y por esta razón nunca están satisfechos con lo que tienen u obtienen.
3 genera efectos dañinos para tu salud
Un sentimiento tan negativo y que permanece alojado en el cuerpo, sin que se exteriorice, tarde o temprano genera algunas dolencias y malestares físicos, dentro de los que podemos destacar:
Ansiedad Trastornos del apetito y del sueño Estreñimiento Mala circulación Cansancio crónico
Es importante realizar un saneamiento en nuestra mente, pensar en lo que tenemos, valoramos mucho las cosas de los otros, en vez de fijarnos en lo que poseemos y tratar de alcanzar el bienestar emocional, por eso hagamos una limpieza mental y comencemos a pensar en positivo desechando lo negativo, porque la envidia es una forma de manifestar admiración de forma negativa.
La Vida da muchas vueltas y la Humildad hace gigantes , Humildad es aprender a reconocer la grandeza del otro, ser capaces de rescatar sus virtudes y entender que eso no los hace nuestra competencia. Compartir la vida sin envidias, uniendo siempre las capacidades con las de los demás reconocer la grandeza de cada ser humano y mirar desde el corazón de acuerdo a sus acciones.
"Donde reina la envidia no puede vivir la virtud ni donde hay escasez de liberalidad." (Miguel de Cervantes)
Hello my handsome gentlemen, today I want to share a reflection on the consequences of envy Envy is not a lonely feeling, to put it in some way, but is accompanied by other negative feelings such as selfishness, jealousy and pride is a feeling that has been and is very present in the psychology of the human being. It is defined as any feeling of frustration before any material or immaterial good that another person has, proximity can also be a highly potentiating factor of envy. It has been said, not without reason, that the envy of the friend can be worse than the hatred of the enemy. British Prime Minister Winston Churchill is credited with a very relevant lapidary phrase, which is relevant: "In life there are friends, acquaintances, adversaries, enemies and fellow party members." It is a sentence that sheds light particularly on proximal envy, the one that the successes of our colleagues produce in us and that can sometimes make the success of our adversaries conspicuously more desirable than our own if it is carried out by colleagues or colleagues whom we envy. Although it does not always happen, this type of envy among relatives, when it takes place, be it in politics, at work or in any social environment with competitive connotations, it is necessary to take into account that congratulations or hypocritical behavior from friends or colleagues it may be nothing more than a cover for your envious sentiment.
When this type of envy takes place in the family, particularly between siblings, it can be highly painful and corrosive, much more always for the envious than for the envied. When, for example, parents do not justify the unequal distribution of their inheritance among their children, the worst thing they can be doing is generating large doses of envy and resentment between them, the worst of inheritances, in short.
The envious person suffers from the achievements of others, is unable to empathize and share life with their environment; sometimes she uses dissimulation to give an image of happiness, but inside she is wrong.
These are dissatisfied individuals without, for the moment, having defined their goals in life. For this reason, they analyze people based on their achievements, feeling deep inner damage when comparing themselves with them. A feeling of extreme resentment defined in a critical and manipulative attitude is generalized.
One of the most peculiar characteristics of envy is its little use for the envious person, that is, although other feelings are used to alleviate emotional deficiencies, in the case of envy, the only thing that it contributes is frustration, rage and anger. It does not contribute anything constructive and takes us away from our own goals.
Envy produces in people who have it a series of complex consequences to enjoy good emotional health:
Low self-esteem. Envy starts from this terrible feeling of feeling inferior to others and not accepting ourselves, producing a continuous dissatisfaction with everything that surrounds us.
Stagnation. Looking at others unprotects our own life, energy is spent wanting what we do not have, instead of using our strength to generate what we want.
Loneliness and sadness. An envious person is sad and lonely, she does not share her experiences because she is not proud of them; A good part of their dialectic is based on other people, they are alone because they carry their true being inside and they do not know how to show their interior.
Resentment. Feelings as harmful as hatred and resentment are very common in those who are envious, they do not wish anything good from others and can sometimes help the wishes of the envied people not be fulfilled.
A deep reflection on our life, analyzing the goals that we want to achieve, is a good beginning to combat envy. Leaning on loved ones expressing our concerns and fears will gradually weaken this destructive feeling of our daily thoughts.
# 5 Envy does not let you progress
The person who is prey to envy, by living pending the achievements of others, will very surely neglect her own life, so she will get stuck in a job that she does not like, will get bad grades in her studies or will not be happy
By maintaining this attitude, the envious develop insecurity in themselves, which they hide with an attitude of permanent negativity or conformism and instead of seeing problems as challenges, they will excuse themselves by avoiding their responsibility, accusing others of their situation.
4 you live constantly frustrated
An envious person is always desiring the objects or experiences of others, because he considers that they have all that without deserving it, by a stroke of luck, with some kind of cheating or favoring someone.
They are permanently desiring what of others, and if at some point they get it, this no longer seems satisfactory or sufficient, but they want something more, and for this reason they are never satisfied with what they have or obtain.
3 generates harmful effects on your health
A feeling so negative and that remains lodged in the body, without it being externalized, sooner or later generates some ailments and physical discomforts, among which we can highlight:
Anxiety
Appetite and sleep disorders
Constipation
Bad circulation
Chronic tiredness
It is important to sanitize our mind, think about what we have, we value the things of others, instead of looking at what we have and trying to achieve emotional well-being, so let's do a mental cleaning and start thinking about positive discarding the negative, because envy is a way of expressing admiration in a negative way.
Life takes many turns and Humility makes giants, Humility is learning to recognize the greatness of the other, being able to rescue their virtues and understand that this does not make them our competition. Sharing life without envy, always uniting abilities with those of others, recognizing the greatness of each human being and looking from the heart according to their actions.
"Where envy reigns, virtue cannot live, nor where there is a shortage of liberality." (Miguel de Cervantes)
Annita Belluncci xx
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