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Foto del escritorAnna Belluncci

Tabori nos previene que, en el trascurso de la historia humana, la estupidez.

Estamos aconteciendo a nivel mundial a escenarios tristes y vergonzosos que degradan la vida humana y de paso nuestro mundo en todos los ámbitos y profesiones de todas las características habidas y por haber en razas, profesiones, ideologías, etc. Por ello me viene a la memoria unas palabras de años atrás de grandes seres humanos se enfrentaron a estas conductas humanas en sus propias vidas y `por ello escribieron estos textos que es importante tener los ojos abiertos y los oídos destapados.






Tabori nos previene que, en el trascurso de la historia humana, la estupidez ha aparecido siempre en dosis abundantes y mortales. Una ligera proporción de estupidez es tan improbable como un ligero embarazo. Más aún, las consecuencias de la estupidez no sólo son cómicas, sino también trágicas. Son reideras, pero ahí concluye su utilidad. En realidad, sus consecuencias negativas a todos influyen, y no sólo a quienes la padecen. El mismo factor que antaño ha determinado persecuciones y guerras, puede ser la causa de la catástrofe definitiva en el futuro.


Sin embargo, como hombre sensible que es, experimenta dolor y desaliento. “La estupidez”, nos dice con tristeza, “es el arma más destructiva del hombre, su más devastadora epidemia, su lujo más costoso”.


Describirá y analizará hechos irracionales, insensatos, absurdos, tontos, mal concebidos, imbéciles... y por ahí adelante. ¿Hay algo más característico de nuestra humanidad que el hecho de que el Thesaurus de Roget consagre seis columnas a los sinónimos, verbos, nombres y adjetivos de la estupidez, mientras la palabra sensatez apenas ocupa una?


Si nos paramos por un momento a pensar cuantos estúpidos han pasado a nuestro lado, por muy alta que sea la estimación cuantitativa, siempre habremos subestimado la cantidad que hay en circulación y por lo tanto es muy probable que fallemos en su cálculo, bien porque gente que considerábamos inteligente, nos sorprende volviéndose estúpida, o porque éstos aparecen por sorpresa en los momentos y lugares más insospechados.


Identificarlos no nos resultará difícil, simplemente debemos mirar su superficialidad e idiotez, su estrechez de miras, la torpeza e imbecilidad que le resbalan por el pernal de su pantalón o sus desvaríos y tonterías.


Algunos de estos personajes nacen ya con la estupidez, otros la van alcanzando poco a poco, y a otros se les adhiere. Pero para la mayoría ha sido el resultado de un gran esfuerzo personal del que apenas son conscientes y que uno se resiste a ponerlos en sobre aviso, debido a lo menguado de su inteligencia y sobre todo, porque la ignorancia de la estupidez, como leí en algún lugar, bien podría equivaler a una bienaventuranza.

Trata de la estupidez, la tontería, la imbecilidad, la incapacidad, la torpeza, la vacuidad, la estrechez de miras, la fatuidad, la idiotez, la locura, el desvarío. Estudia a los estúpidos, los necios, los seres de inteligencia menguada, los de pocas luces, los débiles mentales, los tontos, los bobos, los superficiales, los mentecatos, los novatos y los que chochean, los simples, los desequilibrados, los chiflados, los irresponsables, los embrutecidos. En él nos proponemos presentar una galería de payasos, simplotes, badulaques, papanatas, peleles, zotes, bodoques, pazguatos, zopencos, estólidos, majaderos y energúmenos de ayer y de hoy.


La estupidez no tiene fronteras, pero a la estúpida o estúpido hay que ponerles los límites.




We are witnessing sad and shameful scenarios worldwide that degrade human life and our world in all spheres and professions of all kinds of races, professions, ideologies, etc.

That is why I am reminded of some words from years ago of great human beings who faced these human behaviours in their own lives and wrote these texts that it is important to keep our eyes open and our ears uncovered.


Tabori warns us that, in the course of human history, stupidity has always appeared in abundant and deadly doses. A slight proportion of stupidity is as unlikely as a slight pregnancy. Moreover, the consequences of stupidity are not only comic, but also tragic. They are thoughtful, but that is the end of their usefulness. In fact, its negative consequences affect everyone, not just those who suffer from it. The same factor that once caused persecutions and wars may be the cause of the ultimate catastrophe in the future.


Yet, as a sensitive man, he experiences pain and discouragement. "Stupidity", he tells us sadly, "is man's most destructive weapon, his most devastating epidemic, his most costly luxury".


He will describe and analyse irrational, senseless, absurd, foolish, ill-conceived, imbecilic facts... and so on and so forth. Is there anything more characteristic of our humanity than the fact that Roget's Thesaurus devotes six columns to the synonyms, verbs, names and adjectives of stupidity, while the word sanity occupies scarcely one?




If we stop for a moment to think how many stupid people have passed by us, however high the quantitative estimate may be, we will always have underestimated the number in circulation and are therefore very likely to miscalculate, either because people we thought were intelligent surprise us by becoming stupid, or because they appear by surprise at the most unsuspected times and in the most unsuspected places.


Identifying them will not be difficult, we simply have to look at their superficiality and idiocy, their narrow-mindedness, the clumsiness and imbecility slipping down the leg of their trousers or their ravings and nonsense.


Some of these characters are born with stupidity, some of them are born with it, some of them gradually attain it, and some of them are born with it. But for most of them it has been the result of a great personal effort of which they are hardly aware and which one is reluctant to put them on notice, because of their diminished intelligence and, above all, because ignorance of stupidity, as I read somewhere, could well be tantamount to bliss.


It deals with stupidity, foolishness, imbecility, incapacity, dullness, vacuity, narrow-mindedness, fatuity, idiocy, folly, madness, raving. It studies the stupid, the foolish, the dim-witted, the dim-witted, the dim-witted, the feeble-minded, the stupid, the foolish, the shallow, the shallow, the simple-minded, the simple-minded, the unbalanced, the crackpots, the irresponsible, the stupefied. In it, we propose to present a gallery of clowns, simpletons, simpletons, dunderheads, nincompoops, dunderheads, dunderheads, dunderheads, dunderheads, fools, fools and fools of yesterday and today.




Stupidity has no frontiers, but limits must be set for the stupid.


Anna Belluncci 🌏🌍🌎♻️🕊




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