Valencia Spain 🇪🇸
Hola mi gente linda, esta semana los llevaré a rincones encantadores llenos de historia en la ciudad de Valencia en España, donde compartiré varias reflexiones de la historia de nuestras civilizaciones.
Hablar de nuestro pasado es un acto propio y natural de la condición humana donde la memoria, la temporalidad y el relato son sus piezas instrumentales. Surge de la necesidad de revelar a otros quiénes somos y de cómo nos vemos como sociedad en el tiempo. La Historia es la más humana de las disciplinas.
Pero la Historia también es presente y futuro. Frente a los tiempos líquidos y vertiginosos que vivimos, llenos de perplejidad y reinvención permanente, la Historia parece ser la única capaz de darnos luces de lo que sucede, de cómo llegamos hasta acá y del futuro que avizoramos.
Por otro lado, no existen hoy personas más críticas de nuestro pasado que nuestros jóvenes, que más movilizados lo hacen también con crecientes dosis de anomia, irritación y desafección. Si esperamos tener jóvenes más adeptos a la Democracia y de lo que significa ser ciudadano, toda educación ciudadana debe secundarse con una mayor reflexión histórica que les enseñe a pensar críticamente sobre el pasado, y de lo que ocurre cuando la democracia y sus instituciones se descuidan o se pierden.
Hello my beautiful people, this week I will take you to charming corners full of history in the city of Valencia in Spain, where I will share several reflections on the history of our civilisations.
Talking about our past is a natural and proper act of the human condition where memory, temporality and narrative are its instrumental pieces. It arises from the need to reveal to others who we are and how we see ourselves as a society in time. History is the most human of disciplines.
But history is also present and future. Faced with the liquid and vertiginous times we live in, full of perplexity and permanent reinvention, history seems to be the only one capable of shedding light on what is happening, how we got here and the future we envisage.
On the other hand, there are no people today who are more critical of our past than our young people, who, more mobilised, also do so with increasing doses of anomie, irritation and disaffection. If we hope to have young people who are more adept at democracy and what it means to be a citizen, all citizenship education must be backed up by greater historical reflection that teaches them to think critically about the past, and about what happens when democracy and its institutions are neglected or lost.
Anna Belluncci 🌏🌍🌎♻️⚖️🕊
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